Hoy les traemos un divertido blog que escribio Cynthia hace unos años sobre el dilema que tenemos las mujeres de llevar el pelo largo o corto y todos los cuidados que hay que tener con esa parte tan importante para nosotras como lo es nuestro cabello.
Largo o Corto
“No
me corten el pelo, no podré sobrevivir” ¡Ahora sí me siento completamente
identificada con la canción de Robert, Rawy y los demás ex menudos!
Amo
el pelo largo, hasta el punto en que sería capaz de llenarme la cabeza de
trencitas y que me cocieran yardas de cabello de alguna mujer de la India, en
honor a Sansón.
Creo
que todo esto tiene algo que ver con una anécdota personal, cuando hace algunos
años, al acompañar a mi mamá al salón de belleza, su estilista propuso
‘cortarme las puntas’. Esto con la bella excusa de que el cabello ‘creciera
saludable’ y terminó haciendo un moñito y recortándolo completo.
Ella
estaba orgullosa y feliz por el ‘nuevo look’ tan ‘fresh y juvenil’ que había
creado, mientras yo no paraba de llorar. Si su definición de ‘puntas’ eran seis
pulgadas de cabello, asumo que la de ‘recorte’ sería “pásame la cero’ sin
piedad”. Todavía me pregunto ¿a qué escuela de belleza habrá ido ella?
El
recorte me quedó medio extraño, algo así como un ¡triángulo! ¡Parecía un Dorito
ambulante! ¡Que horror! Y lo peor es que se tardó cuatro años en crecer. Por
poco me gradúo peli-corta gracias a ella. Presumo que si llega a leer
este blog por fin se enterará de que todavía no le he perdonado tal atrocidad.
Y
es que no podemos tapar el cielo con la mano, el cabello se ha convertido en un
símbolo de belleza, sensualidad, femineidad y fortaleza. Es injusto, lo
sé, pero hasta la mayoría de los hombres lo prefieren largo y protestan
si sus novias, parejas o esposas deciden deshacerse de algunas pulgadas.
Total,
ellos no deberían decir ni ‘ji’ porque no comprenden el significado de la
palabra ‘blower, tinte, highlights, secadora, keratina y alisados”.
No
nos entienden porque tienen la bendición de verse bien hasta calvos, porque eso
es ‘sexy’ y estar listos para todo en un santiamén, sin tener que someterse a
rutina de belleza alguna.
Así
es que respeto a quienes desean llevar el cabello corto por voluntad propia y
hasta las admiro por su valentía, al desprenderse sin cargo de conciencia de
cada hebra, con la esperanza de que ‘crece rápido’. Hay que darles crédito
porque pasan poco trabajo, gastan menos energía y dinero y hasta cuentan con
más tiempo disponible para hacer otras cosas, porque no tienen que sufrir
la esclavitud de dedicarse al cabello por horas.
A
fin de cuentas, el llevarlo largo o corto es cuestión de gusto personal y es
una decisión que tenemos que tomar nosotras, sin dejarnos influenciar. Una
mujer segura es alguien que se siente bella como es y eso se proyecta, porque
ser bella es cuestión de actitud.
Si
añoras un recorte atrévete y hazlo. Y si deseas conservarlo largo, ¡protégelo
de las despiadadas tijeras del enemigo! Lo importante es que luzcas como tu
deseas.
Por mi parte, prefiero
andar como Gloria Trevi, ¡con el pelo suelto! y largo… pues, después de
todo, fue el trenzón de Rapunzel lo que la sacó de su torre de marfil…Esperamos sus comentarios.
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